Sin lugar a dudas, el fotógrafo es uno de los proveedores que más suelen preocupar a los novios. Al fin y al cabo, las fotografías de tu boda serán el recuerdo que permanecerá siempre a vuestro lado. Por ello, aquí os dejamos una selección de las preguntas son las imprescindibles que debéis hacer al fotógrafo antes de firmar el contrato para no llevaros ninguna sorpresa.
Aunque estos consejos se hayan pensado especialmente para bodas, también son aplicables para bautizos y comuniones o para cualquier momento especial en el que necesitéis a estos profesionales.
La primera pregunta que debéis hacer es si tiene la fecha libre, ya que habitualmente los fotógrafos hacen una (máximo dos) bodas al día. Al dedicarle tanto tiempo a inmortalizar cada boda, su agenda suele llenarse rápidamente y es necesario reservar con meses de antelación. Por ello, en cuanto tengáis claro que ese fotógrafo reúne todos los requisitos, llamadle corriendo para que os guarde la fecha.
También debido a la necesidad de guardar la fecha para cada boda, los fotógrafos suelen cobrar por adelantado una señal. Tened en cuenta que, después de reservaros la fecha, pueden tener que rechazar otros trabajos para cumplir con el vuestro. Por este motivo suelen pedir una señal para asegurarse de que la reserva va en firme y nos les dejaréis colgados. Esta cantidad suele variar de un fotógrafo a otro, por lo que no dudéis en preguntar cuánto debéis abonar y en qué momento.
Aunque parezca algo obvio, es muy importante que en el contrato se desglosen todos los servicios que hemos contratado y qué precio total deberemos pagar con ello, con IVA incluido. En caso de que el fotógrafo ofrezca algún extra no contratado, podéis pedirle que lo incluya también en el contrato para saber qué servicios son y qué precio tiene cada uno. Sólo de este modo nos aseguraremos de que no nos sumen ningún cargo «escondido» que estropee nuestra percepción del buen trabajo de ese profesional.
Relacionado con el punto anterior, es muy importante asegurarnos de que estamos de acuerdo con el modo y los plazos de pago. Esto varía de un fotógrafo al otro, por lo que antes de comprometernos con uno lo ideal sería asegurarnos de que estamos de acuerdo tanto con su modo de pago como con sus plazos. Para muchos novios el modo de pago más cómodo es la transferencia, ya que les permite realizar el pago tranquilamente desde casa sin tener que desplazarse. Otros prefieren hacerlo con tarjeta de crédito para evitarse los trámites bancarios y no tener que llevar dinero en efectivo…
Informáos también acerca de los plazos de pago, ya que es muy importante saber cuándo tendremos que pagar la señal, cuándo el 100%… Recomendamos que todo esto quede reflejado en el contrato que firméis para poder consultarlo siempre que lo necesitéis o para reclamar en caso de que se incumpla.
Normalmente este tipo de servicios los contratamos con mucho tiempo de antelación. Aunque no queramos pensar en ello, hay muchísimos motivos que pueden llevar a una pareja a tener que posponer o incluso cancelar su boda. Exigid que en el contrato figure una política de cancelación razonable en el que se desglosen los posibles gastos y la antelación de los mismos (normalmente, no es lo mismo cancelar 10 meses antes que con solo 1 mes de antelación). De este modo, si por desgracia os encontraráis en esa situación, sabréis perfectamente a qué ateneros.
Otra pregunta importante que debemos hacer es el tiempo de entrega de las fotografías. Durante este tiempo el fotógrafo suele editar las imágenes para que luzcan en todo su esplendor, seleccionar las mejores y, si así lo habéis solicitado, diseñar el álbum. El tiempo que le llevará depende de muchos factores, por lo que es muy difícil que os pueda dar una fecha exacta, pero tener una fecha aproximada os ayudará a saber cuánto tiempo tendréis que esperar y a reclamar si se demora mucho más. Pensad que después de la boda estaréis deseando ver todas las imágenes, por lo que saber una fecha aproximada os ayudará a no impacientaros y no preguntarle constantemente cuándo lo tendrá listo.
Como cualquier otra persona, el fotógrafo puede enfermar o tener cualquier otro imprevisto que le impida acudir a la boda contra su voluntad. No dudéis en preguntarle si tiene algún sustituto para estos casos y aseguráos de que sea tan buen profesional como él. Preguntad el nombre del sustituto y buscad referencias. Cuando os aseguréis de que os ofrece la misma calidad que el fotógrafo principal, pedid que conste en el contrato para no llevaros ninguna sorpresa en caso de que el fotógrafo necesite recurrir a él.
Nos gustaría recordaros que todo esto son meras recomendaciones. Si el fotógrafo es realmente un profesional, seguro que tiene todos estos puntos bien atados para que todo sea perfecto y os entregará el contrato sin necesidad de que lo pidáis.
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