Cada vez son más las parejas que deciden casarse después de haber sido padres para poder celebrarlo junto con sus hijos. Esto les plantea muchas dudas: ¿cómo implicar a los niños en la boda? ¿cómo hacer que se lo pasen en grande? ¿Dónde irnos de luna de miel con niños?… En el post de hoy nos queremos centrar en la última pregunta para ayudaros en el caso de que queráis compartir este viaje tan especial con los peques de la casa.
Al igual que con cualquier otro viaje, deberemos tener en cuenta el momento del año. Os aconsejamos leer el post que publicamos hace tiempo con consejos para una luna de miel perfecta, ya que muchos puntos son aplicables también para viajes con niños. ¿Ya lo habéis leído? ¡Vamos a por los consejos específicos!
Lo primero que deberemos tener en cuenta es la edad de los niños, ya que de ello dependerá en gran medida el destino. Por ejemplo, muchas parejas evitan los vuelos de larga distancia con bebés y niños muy pequeños porque saben que lo pasarán mal. Si habéis pensado ir de crucero debéis saber que, por regla general, los niños menores de 6 meses no pueden embarcar. En algunos casos especiales, esta restricción puede llegar incluso hasta los 12 meses. De igual modo, el Club Infantil de hoteles y cruceros requiere una edad mínima para que los niños puedan participar. Preguntad antes de decidiros para evitar sorpresas más adelante.
También es muy importante pensar en qué queremos hacer en destino. Según los gustos de los papás y los niños, hay destinos que quedarán automáticamente descartados y otros que ganarán puntos. Si, por ejemplo, a toda la familia le encanta estar en plena naturaleza, podemos descartar automáticamente los cruceros. Si, por el contrario, tenemos gustos distintos y queremos un lugar con entretenimiento para todos, el crucero puede ser la opción perfecta.
Otro punto a valorar son los requisitos sanitarios de cada país. Generalmente, los niños tienden a enfermar más que los adultos, y por ello en muchos casos requieren más vacunas. Si queréis viajar a algún país lejano, informaros bien acerca de los requisitos sanitarios para adultos y niños. En relación con esto, también es importante ser capaces de desenvolvernos en el idioma local o, al menos, en inglés para poder acudir al médico en caso de que se pongan malitos.
Por último, os aconsejamos que tengáis en cuenta si el niño está acostumbrado a viajar. Si nunca ha subido a un avión, un vuelo hasta Estados Unidos podría no ser buena idea. En cambio, si el niño ha viajado desde muy pequeño en avión estará más acostumbrado y podremos buscar un destino más lejano.
Una vez hayáis elegido el destino, nuestro consejo es que busquéis un hotel que se adapte a vuestras necesidades. Muchos hoteles especializados en lunas de miel no admiten niños, por lo que quedarán automáticamente descartados. Nuestro consejo es que busquéis un hotel con animación infantil, ya que de este modo podréis disfrutar de momentos en familia pero también de momentos íntimos.
También os recomendamos que busquéis actividades especiales para ellos y que las alternéis con las vuestras. Seguro que una visita a un parque temático o a un zoo les encanta y os ayuda a que sientan que estáis pensando en ellos. También te recomendamos que no organicéis el viaje hora por hora. La luna de miel es un momento de desconexión y descanso para disfrutar de la pareja y, en vuestro caso, de vuestros hijos. Está muy bien tener claras las cosas que queremos visitar, pero si planeáis hasta el último segundo no lograréis desconectar y disfrutarlo.
Sea cual sea el medio de transporte elegido, intentad buscar un horario que coincida con las horas de sueño de los más pequeños. Esto es especialmente importante en trayectos largos, ya que evitaremos que se cansen y quieran corretear por todos lados. Y si a ellos se les hace más corto el viaje, seguro que a vosotros también.
Si os habéis decantado por hacer alguna ruta en coche, es muy importante planear bien las etapas del viaje. Intentad buscar desplazamientos que no sean excesivamente largos y planead hacer paradas frecuentes para que no se cansen.
Hacer la maleta es siempre difícil, pero si viajamos con niños lo es todavía más. Por eso, os dejamos un pequeño listado con cosas que no pueden faltar:
Más allá del destino y la organización, estamos seguros de que estos pequeños consejos os ayudarán a disfrutar más del viaje más especial de vuestras vidas.
En primer lugar, os aconsejamos que involucréis al niño en la organización del viaje siempre que sea posible. Aunque sean pequeños, tienen muy claro qué les gusta y qué no. Animadlo a sentarse con vosotros a ver vídeos y fotos del destino y preguntadle qué es lo que más le gusta y no puede perderse. De esta manera, también sentirá que su opinión es importante y se mostrará más ilusionado con el viaje. También es un buen momento para coger un mapa y enseñarle dónde está vuestro destino. Sin duda, una clase perfecta de geografía.
Si viajáis a algún lugar exótico, animad a los niños a conocer la cultura local. Para ellos es una experiencia especialmente enriquecedora que les ayudará a crecer como personas. Vivir en primera persona la diversidad les ayudará a ser más tolerantes. Si realizáis visitas guiadas a monumentos, también recibirán una clase magistral de historia y arte que seguro que les ayudará en el cole.
Por último, pero no menos importante, os recomendamos que disfrutéis de la experiencia. No dejéis que nadie os haga cambiar de opinión una vez toméis esta decisión. Recordaréis toda la vida este viaje tan especial en el que celebráis que habéis formado una familia, y sin duda los niños son parte de ella. Disfrutad de cada segundo de vuestra luna de miel con la tranquilidad de saber que los niños están bien a vuestro lado. Y, sobretodo, celebrad el amor con vuestra pequeña familia.
Normalmente, la mayoría de sitios donde consultéis os propondrán las mismas lunas de miel con niños: hotel con Todo Incluido en Baleares o Canarias, capitales Europeas o Cruceros. Aunque estas pueden ser opciones muy buenas, sabemos que para la luna de miel buscáis algo más especial. Por ello, queremos dejaros unos pocos destinos más que os sirvan de inspiración. Como os hemos dicho durante todo el post, ningún destino es el perfecto para todo el mundo. Deberéis buscar aquel que se adapte a vosotros y vuestras necesidades, pero valdrá la pena. Aquí tenéis algunas ideas, pero no os cerréis únicamente a ellas.
Si os gusta la naturaleza salvaje y los paisajes impresionantes pero no queréis pasar demasiadas horas metidos en un avión, este destino puede ser perfecto para vosotros. A tan solo unas 3 horas de vuelo, Madeira ofrece multitud de rutas de senderismo, así como hoteles de 5* a un precio bastante asequible.
Con los niños podréis hacer paseos en catamarán, ir al museo del juguete o subir al teleférico para unas vistas preciosas de Funchal. Pero si buscáis algo todavía más especial que les impresione, podéis decantaros por el avistamiento de ballenas y delfines o bañaros en las piscinas naturales. ¡Seguro que les encanta! Eso sí, tened en cuenta que Madeira es una isla llena de acantilados. Por tanto, deberíais descartarla si buscáis un destino con playa.
También a unas 3 horas de vuelo se encuentran las Islas Azores. En concreto, estas 9 islas se caracterizan por un relieve más suave que su vecina Madeira y por sus numerosos lagos. Aquí los niños también podrán disfrutar del avistamiento de ballenas y delfines. Según su edad, podréis aventuraros a bucear en sus aguas cristalinas. También podréis hacer rutas de senderismo o a caballo y multitud de deportes de aventura. Además, al contrario que Madeira, las Azores sí tienen playas, aunque no se caracterizan por ser de una gran calidad.
Si buscáis combinar experiencias variadas, Croacia es una opción estupenda para vosotros. Playas bañadas por aguas cristalinas, pueblecitos de ensueño al lado del mar, parques naturales repletos de cascadas… Los niños soñarán con princesas y caballeros al ver las murallas de Dubrovnik. También disfrutarán jugando con la arena y refrescándose en sus bellas playas. Y, por supuesto, se sorprenderán ante el espectáculo de la naturaleza que ofrecen sus parques naturales. Todo esto, a menos de 3 horas de vuelo.
Al igual que Croacia, Cerdeña nos permite combinar playa, naturaleza y cultura. Seguro que los más pequeños se sorprenden con las estalactitas que adornan la Gruta de Neptuno. Mayores y pequeños disfrutaréis en sus parques acuáticos y naturales. Si no son demasiado pequeños, podéis hacer un viaje por la historia recorriendo los restos que dejaron fenicios, nuragas y romanos en estas tierras. Y, por supuesto, descansar en sus playas de arena fina y aguas azules.
Según vuestros gustos, hay multitud de viajes que podéis hacer. Seguro que habéis oído hablar del combinado Nueva York – Riviera Maya. Quizás con los niños no queráis viajar tan lejos pero… ¿os habéis planteado combinar una capital europea con un sitio de playa? Por ejemplo, podéis visitar Roma y después ir a disfrutar de las playas de Cerdeña. O conocer la preciosa Viena y después volar hasta Menorca para disfrutar de su calidez y sus aguas. Tan solo es cuestión de pensar en qué sitios os gustaría visitar y comprobar la disponibilidad de vuelos.
Si la playa no es lo vuestro y os gusta viajar en coche, podéis decantaros por un Road Trip. La Toscana, por ejemplo, ofrece paisajes preciosos y llenos de romanticismo. La Selva Negra permite recorrerla fácilmente en coche y a los niños les encantarán sus paisajes y actividades. Como os decimos siempre, el único límite es vuestra imaginación.
Te recordamos que, dentro de nuestros servicios de asesoramiento también incluimos ayuda para la Luna de Miel. Y, por supuesto, os podemos ayudar a organizar una luna de miel con niños. Si quieres más información únicamente tienes que contactar con nosotros.
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