5 pasos para lograr una boda sostenible

Hace un tiempo os hablaba de las Bodas Eco Conscious como una tendencia, pero es indudable que no se trata de una moda y es una práctica que ha venido para quedarse. ¡Y no puedo alegrarme más! Por suerte, cada vez más gente está pasándose a un modo de vida más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. En mi opinión, no tiene sentido luchar día a día por un mundo mejor y tirarlo todo por la borda el día de la boda. ¿No creéis?

En el post que os he dejado enlazado antes ya os daba algunos consejos en esta línea, por lo que trataré de no repetirme demasiado. Mi intención es profundizar algo más en lo que ya os conté para ayudaros a llevarlo a la práctica. ¿Empezamos?

1. Di NO al plástico y a los productos de un solo uso

Este primer paso puede parecer el más obvio de todos, pero es importante reflexionar acerca de él y analizar en profundidad todos los elementos que pueden estar afectados por él.

El más obvio (y del que hablaremos en más profundidad en el siguiente punto) son los detalles que se suelen entregar a los invitados. Entre el repertorio habitual es fácil encontrar sets de manicura, botes con chuches, pomperos, chanclas de plástico, bolígrafos… Todo un repertorio de productos de dudosa calidad y utilidad que, además, causan un gran impacto en el medio ambiente. ¡Sigue leyendo y te daremos ideas para sustituirlos!

Pero el uso de plásticos y productos desechables no se limita únicamente a esto. En muchas ocasiones, el cocktail se sirve acompañado de cubiertos o pinchos de plástico, palillos, pajitas, cucuruchos de papel, botellas de agua de plástico… Si quieres celebrar una boda eco friendly habla con ellos y cuéntaselo. Seguro que están dispuestos a tomar medidas para evitar ese derroche, ya sea buscando opciones de menú que no los requieran o utilizando elementos reutilizables para servirlo. Si no puedes renunciar al Candy Bar, busca recipientes que luego puedas utilizar en casa o alquílalos (luego hablamos también en más profundidad de esto).

A la hora de acabar la ceremonia, deja de lado el arroz (puede provocar problemas a las aves cuando lo ingieren), los pomperos o el confeti y apuesta por pétalos naturales de flores, flores secas o cualquier otra opción biodegradable. ¡Seguro que te encanta el resultado!

Por último, y aunque ya sabéis que soy fan de la papelería, reflexionad acerca de la importancia de las minutas y el programa de la boda. ¿Es necesario uno por persona? ¿O podemos hacer uno por mesa? ¿O quizás poner un cartel a la entrada para que todos lo vean? Otra opción todavía más sostenible puede ser enviarlo por mail con anterioridad. Pensad en lo importante que es cada elemento para vosotros. Renunciad a todo lo que no sintáis que es imprescindible y buscad opciones sostenibles para todo lo que sí lo sea. .

2. Apuesta por el producto local

A raíz de la crisis que acabamos de vivir, mucha gente ha empezado a reflexionar acerca de las exageradas importaciones de China y han cambiado el chip a favor de productos de proximidad. Además de ser una acción protesta con consecuencias económicas y laborales (no olvidemos que apostar por productos nacionales fomenta el empleo en nuestro país), también es un acto que tiene grandes implicaciones medioambientales.

Boda con producto local y sin elementos de un solo uso
Boda con producto local y sin elementos de un solo uso

Si nos paramos a pensar, es obvio que la huella de carbono de transportar a Valencia un producto de Galicia (por ejemplo) será mucho menor que traerlo desde China. Además, estarás ayudando crear trabajo en tu país.

Cada vez más parejas apuestan por una gastronomía típica, con producto local y de temporada. ¡Es la mejor elección sin duda! Además de reducir el impacto ambiental del banquete, también se aseguran de disfrutar de alimentos de máxima calidad y frescura. Lo mismo sucede con las flores, si buscáis variedades locales que estén de temporada lograréis que lleguen perfectas al gran día (y, además, os resultará mucho más económico que si tienen que importarlas).

Por desgracia, esta apuesta por el producto local no es tan habitual en otros elementos que forman parte de la boda. El problema es que muchas veces pensamos únicamente en su precio y no en su coste real (contando no solo el precio sino también todos los efectos asociados). Por tanto, si queréis organizar una boda sostenible deberéis apostar por productos locales (o, al menos, de la máxima proximidad posible) en todas las facetas.

Cada boda es un mundo y tiene sus propias características, por lo que os dejaré solo unos pocos ejemplos para que reflexionéis de todo lo que deberéis tener en cuenta. Si tienes alguna duda concreta sobre tu boda, déjame un comentario y te intentaré ayudar.

Pero analicemos algunos elementos comunes en todas las bodas. Por un lado, si todavía os decantáis por las invitaciones en papel, podéis buscar alguna imprenta local a la que confiárselas en lugar de pedirlas online. Estoy segura de que si buscáis una pequeña empresa pondrá todo su empeño en lograr justamente el resultado que queréis. Además, podréis ver y tocar muestras del papel antes de encargarla, asegurándoos de la calidad del producto. También podéis revisar algunas ideas para unas invitaciones sostenibles.

Otra cosa en la que podéis buscar producto local es en los detalles a los asistentes. Pensad en las bodas a las que habéis asistido. ¿Cuántas veces el detalle de esa boda se ha quedado en un cajón sin darle ningún uso? Si buscáis lograr una boda sostenible, no tiene sentido entregar a los invitados detalles «de todo a cien» (disculpad la expresión). Dejad a un lado los abanicos de plástico, las chanclas de mala calidad o esos pequeños objetos de plástico (llaveros, bolígrafos, sets de manicura de dudosa calidad…) y apostad por otro tipo de regalo más memorable para vuestros invitados.

Por ejemplo, podéis aprovechar para hacer un regalo solidario, entregar una pastilla de jabón artesanal (¡sin plástico, por supuesto! – incluso podéis hacerlo en casa con un kit para hacer jabón), un tarrito de miel natural, algún dulce típico de vuestra zona… Este tipo de detalles son especialmente apreciados por los invitados que vienen de fuera, ¡pero los locales también los adorarán! También podéis hacer algo con vuestras propias manos (un jabón artesanal, galletas, mermelada casera… o regalar una pequeña planta o un kit para que planten semillas ellos mismos. ¡Seguro que se acuerdan de vuestra boda cada vez que la rieguen y la vean crecer!

3. Piensa en alternativas a los centros de flores

¿Sabíais que los arreglos florales habitualmente se hacen sobre una espuma no biodegradable repleta de químicos? Por supuesto, creo que las flores son esenciales decorar cualquier boda. ¡Son el toque perfecto para crear el ambiente festivo! Pero existen algunas alternativas que quizás no hayas pensado y que hacen la decoración nupcial mucho más sostenible.

Por un lado, podéis optar por alquilar flores artificiales que se puedan reutilizar. De este modo, y aunque el impacto de fabricarlas sea mayor, al reutilizarse se compensa ese impacto. Personalmente no es la opción que más me gusta, ya que creo que se nota que no son flores naturales.

Para mí, la mejor opción es optar por decorar este día tan especial con distintas flores y plantas sin cortar. ¡Directamente en sus macetas! Si elegís macetas decorativas, el resultado puede ser espectacular y podéis aprovecharlas para regalarlas a los invitados al acabar la fiesta

Ejemplo de decoración con macetas
Ejemplo de decoración con macetas

4. Alquila los elementos que no vayas a reutilizar

Ya hemos hablado brevemente acerca de esto anteriormente. Cada vez es más habitual ver parejas que compran un montón de cosas para decorar su boda y luego no saben qué hacer con ellas. Iniciales gigantes, tarros de cristal, cestos de mimbre, escaleras decorativas… ¿Imaginas dónde guardar todo esto una vez pasado el gran día? ¡Sólo pensarlo ya me agobia!

Por supuesto, puede ser una buena idea comprar algún pequeño detalle para decorar la boda y luego tenerlo para siempre en casa, ¡es un recuerdo precioso que veréis todos los días! Mi consejo es que os paréis a pensar en qué elemento os gustaría guardar para siempre. Comprad ese y buscad todo lo demás. En muchas ocasiones los salones tienen algunos elementos que podéis pedirles. Si no disponen de lo que tenéis en mente, buscad alguna empresa de alquiler que lo tenga. También podéis buscar comprarlo de segunda mano, una alternativa cada vez más de moda. Sea como sea, si sumáis todo al final os saldrá más barato y, al reutilizarlo una y otra vez, se disminuye el impacto ambiental. ¡Son todo ventajas!

5. Evita el desperdicio

¿Alguna vez os habéis parado a pensar en todos los residuos que quedan al finalizar la fiesta? Restos de comida y del Candy Bar, suciedad, residuos de varios tipos como pajitas, botellas de plástico o servilletas de papel, espuma floral, detalles que los invitados no se han llevado, elementos de papelería…

Si habéis seguido todos los consejos anteriores, los residuos se habrán reducido considerablemente con respecto a una boda «standard». ¿Pero os habéis parado a pensar en qué pasa con la comida? Al igual que todo lo que consumimos, el cultivo, transporte de la materia prima y su preparación tiene un coste económico y ambiental.

Por ejemplo, algunos estudios calculan que para producir tan solo 1 kg de carne de vacuno se necesitan 16.000 litros de agua y genera 27 kg de CO2. No quiero entrar en el debate sobre la dieta vegana y sus beneficios para el medio ambiente, ya que no tiene sentido hacer una boda vegana si uno no sigue este estilo de vida. Mi reflexión va más centrada en la cantidad de comida que se suele derrochar en este tipo de celebraciones. ¿Cuántas veces hemos visto a los camareros retirar platos prácticamente intactos? Personalmente, he llegado a ver bodas con un cóctel más que potente, primer plato, segundo plato y postre. Y, como es fácil pensar, casi nadie llegó a probar el postre después de todo lo que habían comido antes.

Si queréis evitar este desperdicio (y, de paso, ahorrar en el presupuesto de la boda) preguntad en el salón las cantidades reales que se servirán. Sabiéndolo, podréis ajustar el número de platos para evitar este derroche pero sin miedo a que los invitados pasen hambre. Quizás podéis hacer un cóctel más ligero o eliminar el primer plato. También podéis hablar con el salón y algún comedor social cercano y donar la comida sobrante.

Todo esto se puede aplicar también a los distintos puestos de comida. Cada vez es más habitual ver puestos de hamburguesas, palomitas, croquetas, dulces, hot dogs, pizza… ¡De todo! Pensad que los invitados acuden a la boda a celebrar vuestro amor, no a comer hasta no poder más. Si alguno os hace mucha ilusión, ponedlo. Pero no os dejéis llevar por las modas y no penséis que necesitáis tener de todo para que la gente recuerde vuestra boda. La experiencia me dice que, aunque la comida es uno de los elementos más tenidos en cuenta y recordados, la mente retiene más las emociones. Añadid elementos que os representen y que estén llenos de recuerdos y sentimientos. Es el único modo de conseguir una boda única que todos recordarán.

En resumen…

Como habéis podido ver, lograr una boda sostenible no es tan sencillo y hay muchísimos elementos que debemos tener en cuenta. Mi consejo es que no os agobiéis si no podéis renunciar a algo o si no encontráis la alternativa que buscáis. Si seguís un estilo de vida eco-friendly ya sabréis que todo tiene un impacto y que la alternativa perfecta no existe. Buscad las opciones que estén a vuestro alcance y con las que os sintáis cómodos.

Aunque cada vez queda menos para que el planeta llegue a una situación irreversible todavía podemos cambiarlo. Cada paso cuenta, y si todas las parejas que se casan tomaran medidas para conseguir una boda sostenible el cambio sería impresionante. Simplemente con reducir el desperdicio de comida y apostar por producto local ya estaréis dando un gran paso. ¡Gracias de parte de todo el planeta!

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