Cuando pensamos en el matrimonio uno de los primeros símbolos que nos viene a la cabeza son las alianzas de boda. Pero, ¿Qué simbolizan las alianzas? ¿Qué origen tienen? ¿En qué dedo debo llevar la alianza de boda? ¿Quién lleva las alianzas hasta el altar? ¿Cómo llevarlas el día de la boda? ¿Cuándo debería comprar las alianzas de la boda? ¿Puedo casarme sin alianzas? ¿En qué momento se hace el intercambio de alianzas?… Si quieres resolver todas tus dudas acerca de las alianzas de boda, ¡sigue leyendo!
Empecemos por lo básico. ¿Qué son las alianzas de boda? Según la RAE una alianza es «el anillo matrimonial o de esponsales», es decir, un anillo que simboliza la unión matrimonial de la pareja. Tradicionalmente se fabricaban en oro amarillo, con unos 4mm de ancho y 1mm de grosor y una textura lisa. Por supuesto, en la actualidad existen infinidad de modelos y tamaños para las alianzas de boda. De hecho, no son pocas las marcas que cuentan en su página web con un configurador para que las parejas puedan diseñar su propia alianza eligiendo entre distintos tamaños, acabados y materiales.
Estos anillos reciben el simbolismo de su propia forma. El aro, sin principio ni final, simboliza la eternidad (que podría interpretarse también como el amor eterno). Además, también simbolizan el compromiso que la pareja adquiere en el matrimonio. En otras palabras, las alianzas son ese objeto que llevaremos siempre con nosotros para recordar la unión y el pacto de amor eterno que tenemos con nuestra pareja.
Para conocer la historia de las alianzas de boda debemos viajar atrás en el tiempo 5000 años, hasta el Antiguo Egipto. Ya en la Edad de Bronce, los egipcios comenzaron a fabricar amuletos con connotaciones religiosas y mágicas. Uno de ellos era el anillo, ya que el círculo simbolizaba para ellos la perfección, la unión y el amor eterno. Por ello, cuando un hombre desposaba a una mujer le entregaba un anillo, y con él, la custodia del hogar y sus posesiones.
Con el tiempo, éstas piezas (al principio, realizadas en hueso, marfil e incluso cáñamo o cuero) fueron perfeccionándose. También empezaron a utilizar materiales más preciados en su fabricación, como metales nobles, piedras semipreciosas y hasta vidrio para esmaltarlas.
Desde Egipto, ésta tradición viajó hasta la civilización griega y romana, pasando de generación en generación y de unas culturas a otras hasta llegar a nosotros sin sufrir prácticamente ningún cambio.
Para resolver esta duda debemos recurrir nuevamente a la historia. Seguramente has escuchado que el dedo anular está conectado directamente al corazón, y por ello la alianza debe llevarse en este dedo. Pues bien, los romanos fueron los primeros en hacer esta asociación. Ellos hablaban de la vena amoris, la llamada vena del amor.
Aunque se ha demostrado que se trata de un mito (ya que las venas de todos los dedos son similares), la tradición ha mantenido la costumbre de llevar el anillo de bodas en el dedo anular. Como curiosidad, te diremos que el anillo de pedida también se lleva en este dedo.
Queremos compartir con vosotros este pequeño vídeo que ofrece una explicación alternativa al motivo por el que llevamos el anillo de bodas en el dedo anular. ¡Nos ha parecido un mensaje precioso!
Esta pregunta es un poco más compleja de resolver, ya que depende de la región en la que nos situemos. Por lo general, en España es tradición llevar la alianza matrimonial en la mano derecha. Cuando una pareja se promete, el anillo de pedida se sitúa en la mano derecha para mostrar el compromiso de la pareja. Una vez llega el día de la boda, éste pasa a la mano izquierda y la alianza se sitúa en su lugar, en la mano derecha.
Esto cambia si nos encontramos en la Comunidad Valenciana o Cataluña. En estas regiones, lo tradicional es colocar la alianza en la mano izquierda y el anillo de compromiso, una vez ha llegado el día de la boda, en la derecha.
Si nos movemos fuera de nuestras fronteras, podemos ver ambas opciones. En otros países la costumbre es llevar ambos anillos en el mismo dedo. En Estados Unidos y Canadá lo colocan en la mano izquierda, mientras que en multitud de países como Grecia o Alemania se coloca en la derecha.
Sabemos que elegir las alianzas de boda no es una tarea fácil. Seguro que te preguntas qué debes tener en cuenta a la hora de elegirlas. Básicamente, los principales factores que debemos analizar son:
Hace un tiempo escribimos un post mucho más extenso para resolver esta duda. Si todavía no lo has leído, te animamos a hacerlo descubrir cómo elegir las alianzas perfectas.
Esta pregunta es un poco difícil de responder, ya que cada joyería tiene unos plazos diferentes. Por lo general, la mayoría de joyerías nos recomiendan realizar el encargo con 2 meses de antelación para poder personalizar las alianzas y tener un poco de tiempo extra para resolver cualquier imprevisto.
Si no tenéis claro el estilo de anillo que queréis, os aconsejamos que empecéis a mirar catálogos y las webs de las joyerías con antelación para tener una imagen más clara de vuestras alianzas. Si sois muy indecisos este proceso os puede llevar bastante tiempo, por lo que es recomendable que empecéis a pensar en ello cuanto antes.
Una vez tengáis claro qué buscáis, visitad varios establecimientos para comparar precios y acabados. Esto puede hacerse perfectamente 3 meses antes de la boda. De este modo, tendremos tiempo para comparar y tomar una decisión, pero siempre respetando el tiempo necesario para personalizar los anillos. Tened también en cuenta que, en caso de encargar unos anillos totalmente personalizados, es posible que necesiten más tiempo para diseñarlos, modelarlos y grabarlos. ¡No apuréis hasta el último momento!
Como siempre decimos, estos plazos de los que os hablamos son orientativos. Si encontráis una oferta muy atractiva y tenéis claro que esas son vuestras alianzas, os aconsejamos que las compréis. Si esperáis tener que realizar muchos pagos (o tener mucho trabajo) dos meses antes de la boda, podéis adelantarlo para distribuir un poco las tareas pendientes y los gastos.
Ahora que ya tenemos elegidas las alianzas, llega el momento de pensar en su gran puesta en escena. La forma habitual de llevarlas hasta el altar es atadas en un portalianzas. Tradicionalmente, el portalianzas era un cojín blanco hecho específicamente para este fin, con dos cintas donde atar las alianzas.
En la actualidad, esta pieza tan especial ha evolucionado y podemos encontrar infinidad de modelos más allá de los cojines. Quizás los más habituales son los bastidores y pequeñas cajitas donde transportarlos, aunque también encontramos piezas más originales como pequeños nidos, troncos de árbol tallados o corazones hechos con cuerda de yute. ¡Todo depende de la temática de la boda y de vuestros gustos!
Si quieres inspirarte y ver distintos modelos de portalianzas, te invitamos a visitar nuestro Pinterest. ¡Todos los días añadimos alguna idea nueva a nuestros tableros!
La tradición marca que las alianzas deben estar custodiadas por el padrino hasta el momento de la ceremonia. Justo antes de comenzar, debe entregárselas junto con el portalianzas al paje que se encargará de llevarlas al altar. Este paje debería ser un niño cercano a la familia, de modo que el momento en el que acercan los anillos sea incluso más emotivo.
¿Pero quién las lleva si no tengo un niño en la familia? ¿Y si celebramos una boda sin niños? En los últimos años, las bodas han sufrido una completa transformación y muchas de estas tradiciones se han transformado. Por ejemplo, es cada vez más habitual que sean los propios hijos de la pareja (o de alguno de ellos, fruto de una relación anterior) quienes lleven los anillos. ¿Tienes hijos? Olvida la edad que tengan y anímalos a participar de una forma tan importante en ese gran día.
En posts anteriores también te hemos contado la posibilidad de que sea tu mascota quien te lleve las alianzas al altar. Es cierto que requerirá mayor preparación y deberás prestar más atención para que todo salga bien, pero si tienes a alguien que se ocupe de guiar a tu peludito todo irá sobre ruedas.
¿Todavía no has encontrado tu alternativa perfecta? Piensa que cualquier persona puede ser la correcta para ello, siempre que tengáis un vínculo especial con ella. ¿Tu hermana y tú sois inseparables y no sabes cómo hacer que participe en la ceremonia? ¡Dale la oportunidad de llevar los anillos!
Únicamente te dejamos una recomendación más sobre este tema: Nombra a una persona responsable. Si quieres mucho a tu hermana pero sabes que lo pierde todo, puede ser una buena idea que alguien custodie los anillos hasta la ceremonia. Igualmente, si tus alianzas las llevará un niño, deberá haber un adulto con él para asegurarse de que no extravía ninguna.
Por lo general, el intercambio de alianzas se realiza después de dar el consentimiento (en otras palabras, del famoso «sí, quiero»). En caso de que vayáis a leer los votos, lo habitual es hacerlo entre el sí quiero y el intercambio de alianzas.
Si quieres que hagamos un post específico con el esquema general que se sigue en una boda (tanto civil como religiosa), ¡déjanos un comentario!
Seguramente si haces esta pregunta a tus padres se echarán las manos a la cabeza. ¿Cómo puede alguien casarse sin alianzas? Nuestro consejo es que, como siempre, hagas lo que el corazón te pida.
Los anillos de boda no son más que un símbolo, y tienen el valor que la pareja quiera darles. Si ninguno de los dos estáis acostumbrados a llevar anillos y sabéis que no lo vais a utilizar, buscad un símbolo alternativo que encaje con vosotros. O, simplemente, no incluyáis esta parte en vuestra ceremonia. Vuestro amor no necesita ningún elemento físico que lo demuestre, así que incluidlo sólo si os gusta esta tradición y os apetece hacerlo.
La respuesta en este caso es muy similar a la pregunta anterior: buscad lo que más se adapte a vosotros. Lo habitual es que ambas alianzas sean el mismo modelo, con una anchura ligeramente superior en el anillo del novio. Pero es habitual que las parejas tengan gustos distintos y les cueste elegir un modelo para los dos. A veces, las parejas tenéis pequeñas disputas en el color. ¡El oro rosa es uno de los mayores puntos de discordia!. Otras veces, no os ponéis de acuerdo en el acabado. ¿Qué elegimos, un anillo brillante o mate? Y otras, simplemente tienen gustos totalmente opuestos y no lográis poneros de acuerdo.
Para nosotros lo más importante es que ambos os sintáis cómodos. Además, piensa que las alianzas las llevaréis años y años a vuestro lado. Si cualquiera de los dos impone su criterio, es muy probable que el otro acabe cansándose de ver ese anillo y deje de usarlo. Repetimos que una alianza es un símbolo de amor eterno. ¿No prefieres que la lleve siempre aunque sea diferente a la tuya?
Esperamos haber resuelto todas tus dudas con este post. En caso de que haya quedado algo en el tintero, no dudes en dejarnos un comentario. ¡Queremos escucharte!
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