Una vez elegido el lugar de celebración del banquete, el siguiente paso es decidir el menú que se va a ofrecer. Sabemos que es una decisión muy complicada, por lo que queremos daros una serie de consejos para que sepáis qué cosas no debéis pasar por alto en la prueba del menú.
Decidid si queréis cóctel reforzado o menú servido en mesa
El primer paso para elegir el menú de boda es pensar en cómo nos imaginamos el banquete. No es lo mismo hacer un cóctel que un menú completo servido en mesa, ya que de ello dependerá el tipo de comida servida. Tened en cuenta que, si la gente se encuentra de pie, no podrá disfrutar de platos que requieran de cubiertos para comerlos. Los banquetes tipo cóctel requieren de una atención especial al formato de comida que se sirve. Debemos evitar platos con huesos o espinas (ya que resultan incómodos de comer y luego puede ser un problema encontrar un sitio para dejar los restos), buscar formatos pequeños que puedan comerse de un bocado y que no se deshagan con facilidad al cogerlos.
En cambio, si nos decidimos por un menú servido en mesa dispondremos de un abanico mayor entre el que elegir, aunque al ceñirnos a unos pocos platos es más fácil que alguien se quede con hambre si algo no le gusta.
Pensad en el momento de la celebración
En primer lugar debemos tener en cuenta la época del año en la que celebramos nuestro evento. Imaginad llegar a una comida en pleno mes de Agosto y ver que han servido un potaje. Debemos tener en cuenta la temperatura que esperamos para servir platos adecuados, ya que determinará si es apetecible en ese momento o no.
Además, la época del año nos ayudará también a poder elegir un menú basado en productos de temporada, encontrando mayor frescura y calidad en la materia prima utilizada.
Por otro lado, tampoco es lo mismo celebrar una comida o una cena. Por lo general, las comidas admiten menús más pesados y abundantes que las cenas. Aún así, debemos estudiar bien las cantidades servidas para que nuestros invitados no se queden con hambre.
Tratad de hacer la prueba del menú en el mismo momento del día
Lo ideal es que intentemos hacer la prueba en el mismo momento del día en que tendrá lugar nuestro evento. Relacionado con lo anterior, no es lo mismo una comida que una cena, por lo que hacer en el momento exacto la prueba nos ayudará a ver cómo reacciona el cuerpo ante ese menú en ese momento. Pensad que quizás una paella no sea apetecible para una cena, mientras que para una comida puede ser un plato estupendo.
De igual modo, podréis ver si el plato que habéis probado es demasiado pesado para una cena o si, por el contrario, pensabais que sería mejor algo más suave y escaso pero os habéis quedado con hambre.
Buscad variedad en los platos
Vamos a imaginar una vez más. Llegamos a un evento y en el cóctel de bienvenida nos sirven principalmente platos a base de marisco y pescado. Al sentarnos, el primer plato es también de marisco y el segundo es pescado, ya que a los anfitriones les encantan este tipo de productos. Seguro que habéis llegado a la conclusión de que se trata de un menú repetitivo y, al final, incluso aburrido. Ahora imaginad que, encima, no os gusta ni el pescado ni el marisco. Resultado: un invitado totalmente insatisfecho que no ha podido comer nada.
Normalmente, en eventos en los que se congrega gran cantidad de gente (especialmente si son de edades muy diversas) es muy difícil acertar con los gustos de todos. Por ello, si elegimos un menú variado en el que tratemos de no repetir ingredientes conseguiremos un doble beneficio: si algo no le gusta a alguien, tendrá otros platos que comer, y evitaremos que la monotonía haga que los últimos platos en salir ya no llamen la atención de los comensales.
Aprovechad para acordar con el restaurante la vajilla y la mantelería
El día de la prueba del menú veréis en directo la vajilla, cubertería y mantelería de la que dispone el restaurante y cómo queda la mesa una vez puesta. No dudéis en preguntar si esa es la única que tienen o si tienen alguna otra alternativa. Comparadlas una vez puestas y decidid cuál se adapta más al estilo de vuestra boda.
Si tenéis Wedding Planner, ella os puede ayudar a elegir (ya que están más acostumbradas a ver este tipo de decoración) o incluso deciros antes de ir a la prueba del menú los diversos tipos que tienen.
Observad todo lo que hay a vuestro alrededor
Al igual que veréis la disposición de la mesa, también es un buen momento para observar cómo trabaja el personal que se encargará de servir las mesas ese día y de organizar el salón. Observad cómo trabajan los camareros y cómo es la presentación de los platos. Si algo os parece mal, comentadlo abiertamente con el responsable para poder corregirlo antes del día de la boda o para que os pueda explicar el motivo por el que se hace de ese y no otro modo.
Preguntad todas las dudas que tengáis
Ya sean acerca de las cantidades, la presentación, las opciones de menús especiales disponibles (veganos, infantiles, para celíacos…), el número de camareros que habrán ese día… Es muy probable que durante la prueba o anteriormente os vayan surgiendo dudas acerca del funcionamiento del restaurante o del cátering. No dudéis en hacer todas las preguntas que os vengan a la mente. Los encargados seguro que estarán encantados de ayudaros y responder a todas ellas. No tengáis miedo de parecer pesados o de preguntar alguna cosa que para ellos pueda parecer obvia, ya que saben que no sois expertos en la materia y que ese día es muy especial para vosotros.
Acudid con el estómago vacío
Seguramente sea el consejo más obvio de todos, pero no por ello menos importante. Acudid con hambre, ya que tendréis que probar muchos platos y seguramente acabaréis comiendo más de lo habitual. Si acudís ya sin hambre, seréis incapaces de probar y saborear todos los platos.
Esperamos que todos estos consejos os sean útiles si todavía no habéis tenido la prueba del menú. Y si la habéis tenido, ¿Qué consejos daríais a los novios que todavía la tengan pendiente?
Deja un comentario